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lepiotas rebozadas con mayonesa de curry

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Hoy en casa se quería un aperitivo. Porque somos gente de bien. Aquella que los domingos come a las tres como muy pronto. Solución: "Sal al monte, niña, a ver qué encuentras, y llévate al Kinto, acá, el perro".
Y una sale, pero con miguitas de pan en el bolsillo. No vaya a ser que esté reviviendo el Hansel y Gretel del siglo XXI y con la excusa del pinchiño, me abandonen en el bosque.

Que el frío ha llegado para helar nuestros corazones, oiga.
Nótese que ni Hansel ni Gretel del siglo XXI conocen aún el GPS. ¿Qué les pasa a estos chicos?

A lo que iba, yo regresé con una lepiota. Una, sí. Hay días malos y perros poco pacientes.
 

Dividida en seis partes iguales perfectas porque — atención, mi abuela siempre dice esto cuando reparte la tortilla— el lado del hexágono es igual al radio. Y en mi familia, que somos todos muy listos, guapos e inteligentes, lo aplicamos. Así, no hay discusiones posibles. Debéis creeros todo menos lo de las discusiones. Sobre todo lo de guapos, listos e inteligentes.

Para acompañar, mayonesa con una pizca de curry. La receta es facilona, que sé que gustan.

PD. ¿Soy yo la única que piensa que la foto parece una bandera? 


Ingredientes.

· Unas lepiotas.
· Un huevo.
· Pan rallado.
· Sal.
· Aceite de oliva.

Para la mayonesa de curry.

· Un huevo.
· Aceite de oliva suave.
· Sal.
· Vinagre.
· Una cucharadita de curry. 

Preparación. 

1. Lavamos las lepiotas. Cortamos en triángulos.

2. Batimos un huevo y le echamos un pellizo de sal.

3. Rebozamos en huevo y pan rallado.

4. Freímos en aceite de oliva.

5. Escurrimos en un papel absorbente.

6. Servimos con la mayonesa de curry. Para eso añadimos una cucharadita de curry a una buena mayonesa casera.

Recomendaciones.


- He puesto esta salsa como podía haber puesto otra. Creo que debe quedar bien con todas.
- Creo que las lepiotas rebozadas son mi preparación preferida para esta seta.

crema de champiñones y castañas

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Uxi el otro día me pidió recetas de purés y/o cremas. La diferencia entre los purés y las cremas se me escapa. Me desvela en sueños y paso mis horas de insomnio diario intentando analizarlo. Los que me conocéis, sabéis que dentro de una misma habitación, siempre seré la última en dormirme. 99,9% garantizado.

Pero estoy segura de que no os imaginabais el porqué. Yo no cuento ovejitas. En algún caso, ¿alguien lo hace? Por mi cabeza pasa un mundo de platos triturados de colores que de pequeña tomaban el nombre de puré de lentejas con picatostes y de mayor se refinan en cremas de champiñones y castañas. A las 2am tengo hambre. Con hambre y frío no se puede dormir, ya os lo tengo dicho. Me echo el segundo nórdico de plumas y cambio de pensamientos, estos no se cuentan, porque no son horas de ponerse a cocinar.


La única excepción es que vengas de salir. Ojo con lo de cocinar bolinga. Sé de un@ lector@ de este blog que un día frio un huevo al llegar a casa y se dejó la sartén con aceite al fuego cuando se fue a la cama. Ejem. Ese día no ardimos, porque servidora vio el peligro. Hoy, se ha recuperado, y es una persona de provecho que nos lleva por el buen camino, jojo.

El caso es que los platos de cuchara sientan bien, quitan el frío y matan el hambre. El puré de lentejas es cojonudo —padre, quiero puré este fin de semana— y esta crema no se queda atrás. Marius, y hasta Elen, que insiste en que cuelgue la receta, lo confirman.

Here it is. Reinterpretada de El Aderezo.
 

Ingredientes. (4 personas)


· 400 g de champiñones (podemos reservar un champiñón para decoración).
· Un puerro.
· 8 ó 10 castañas cocidas.
· 500 mL de caldo de verduras/ave.
· 125 mL de leche.
· 125 mL de nata.
· Una cucharada de mantequilla.
· Sal.
· Pimienta negra.

Preparación.

1. Lavamos bien el puerro, retiramos su parte verde, y picamos fino. Lavamos bien los champiñones y troceamos en cuartos.

2. En una olla capaz derretimos la mantequilla y comenzamos a sofreír el puerro. Cuando esté dorado añadimos los champiñones. Salpimentamos y cocinamos todo junto unos 10 minutos.

3. Agregamos las castañas cocidas.

4. Cubrimos con el caldo y dejamos cocer durante 20-30 minutos a fuego suave.

5. Trituramos a conciencia con la batidora.

6. Añadimos la leche y la nata. Rectificamos de sal.

7. Damos un ligero hervor y servimos.

8. Acompañamos con el champiñón laminado y salteado en una sartén con unas gotas de aceite de oliva.

Recomendaciones.


- Las castañas aportaron textura, apenas notamos su sabor.
- Antes de servir la crema, podéis diluir una yema de huevo en la nata e incorporarlo a la crema que debe estar muy caliente, pues no va a volver al fuego para que la yema no cuaje. Es una idea del estupendo blog El Aderezo.
- Un buen caldo es importante.

rape y alcachofas con salsa de almendras

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Ahora tengo más pájaros en la cabeza.
Y menos palabras.


Otra vez en casa después de un paseo por las dunas.

Ingredientes. (2 personas)

· Un rapito. (Rape pequeño, en mi caso sobre 650g)
· 4 alcachofas.
· Harina.
· Un par de cucharadas de almendra molida.

· Un diente de ajo.
· Una rebanada de pan.
· 250 mL de caldo de pescado.
· Un vaso pequeño de vino blanco.
· Una cucharada de brandy.
· Aceite de oliva virgen extra.
· Sal.
· Pimienta blanca.
· Perejil.
 · Almendras enteras.

Preparación.


1. Limpiamos las alcachofas, retiramos sus hojas externas, pelamos el tallo y cortamos la parte superior de la flor. Partimos en cuartos y cocemos en agua hirviendo son sal durante 15-20 minutos.

2. Preparamos trozos magros de rape (sin espinas, ni piel). Los salamos y enharinamos. Damos unos golpecitos para quitar el exceso de harina.

3. Doramos los trozos de rape en un sartén con aceite de oliva. Escurrimos sobre papel absorbente y reservamos.

4. Laminamos el diente de ajo. 

5. En otra sartén (o la misma lavada) añadimos un par de cucharadas de aceite de oliva. Cuando comience a dorarse, agregamos el pan cortado en pequeños cubos. Finalmente echamos la almendra molida y damos vueltas para que se tueste todo conjuntamente.

6. Le toca el turno a vino y al brandy. Vertemos estos líquidos sobre la sartén y esperamos un par de minutos a que se evapore el alcohol.

7. Incorporamos ahora el caldo de pescado. Dejamos que reduzca la salsa unos minutos. Rectificamos de sal y añadimos una pizca de pimienta blanca molida.

8. Colocamos con cuidado las alcachofas bien escurridas y los trozos de rape. Cocinamos todo junto unos 5-10 minutos.

9. Doramos unas almendras en una sartén con un poco de sal. 

10. Espolvoreamos perejil sobre el rape y las alcachofas y acompañamos con las almendras.

Recomendaciones.


- Posibilidad de usar otro pescado, de prepararlo sin las alcachofas, etc.

muffins con trozos de chocolate en bicicleta

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Aún estoy a tiempo de conseguir que tengáis una tarde de domingo productiva. Y de que desayunéis como señores mañana. Bueno, más bien como señoritas. Los señores seguro que no toman muffins.Todavía se estilan los churros. Pero yo voy a ir a tomarme ahora un chocolate con ídem, así que mañana me toca otra cosa. Aunque tampoco van a ser estos muffins, porque los de la foto ya me los comí hace mucho. He conseguido tener un colchoncito de recetas — que no de euros— para cuando mis otras actividades me alejan del I+D de la cocina. Tengo demasiadas actividades y el colchoncito va a menos. Cada 10 años hay que cambiar de colchón. Alguien dice eso.

Pero a lo que iba. El desayuno. ¿Qué voy a desayunar mañana? Ojalá tostadas con tomate. Ojalá zumo de naranja. Ojalá un cruasán (de los buenos) en la cama. Ah no, eso nunca. Las migas en la cama son el mal. Traerme cruasanes no, ¿eh? Que os agarráis a cualquier cosa para escaquearos.

Finalicemos, que vosotros tenéis deberes. Yo, sin embargo, mucha cara ;-)

Como siempre, Su de webosfritos, nos guía en el camino con esta receta. ¡Aprovechad!

Ingredientes.

· 145 g de harina de repostería.
· Un sobre de levadura de repostería.
· 75 g de azúcar.
· 1huevo.
· 1yogur natural.
· 2 cucharadas soperas de leche.
· 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
· Trocitos de chocolate.


Preparación.

1. Precalentar el horno a 180ºC.

2. En un bol ponemos los ingredientes secos: la harina tamizada, la lavadura y el azucar. Mezclamos con una cuchara.

3. En otro bol ponemos los ingredientes húmedos: el huevo, el yogur, la leche y el aceite. Mezclamos también.

4. Vertemos los ingredientes secos sobre los húmedos y removemos lo menos posible pero hasta que la masa esté perfectamente integrada.

5. Añadimos las trozos de chocolate y mezclamos suavemente.

6. Echamos la masa sobre los moldes. En mi caso eran cápsulas de papel dentro de flaneras metálicas.

7. Horneamos durante 25 minutos.

8. Dejamos enfriar sobre una rejilla.

Recomendaciones.

- En la receta original de webosfritos se usan galletas príncipe en vez de trozos de chocolate. También se sustituyen 25 g de harina por cacao en polvo. Seguro que son muy buenos, porque así es todo lo que ella hace.

pollo con puerros y arroz thai

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—Eh, tú, que el año ha empezado. —Sí, ¿y? —Que toca trabajar. —¿Trabajar? —Sí, así que déjate de fruslerías y ponte a redactar, pues tengo hambre, solo he comido catorce dos pavos en Navidad. —Ya lo hago, estoy aprendiendo la diferencia ortográfica entre el guión y la raya, tema apasionante donde los haya. —Haya empanada de raya. —¿Abierta o cerrada? —Abierta haya de raya empanada. —Que en su perímetro sea cerrada. —¿Me contradices? —Si digo en tu contra, y digo lo mismo, no hay silogismo. —¿Y recetismo? —De eso sí hay, pollo con puerros y arroz thai.

Perdonen la poca compostura, y visiten el gran blog de Pepa Cooks para una mayor cordura.
Por favor, ¿como se para esto?, ayuda.

La rima es lo que me inspira.Yo he dicho aficionades, en lugar de aficionados porque usted dijo verdades.
¿Con qué yo dije verdades? Luego usted...

Aquí el resto, Cantata de Don Rodrigo. Disfrutad.

Ingredientes. (2 personas) 

· Una pechuga de pollo.
· Un puerro.
· Dos zanahorias.
· Un trozo de jengibre.
· 400 mL de agua. Dos vasos aprox.
· 200 mL de vino seco. Un vaso aprox.
· 25 o 30 mL de salsa de soja.
· Una cucharada colmada de azúcar.
· Aceite de oliva.
· Sal y pimienta.

Preparación.

1. Troceamos la pechuga de pollo en trozos. Salpimentamos. Los doramos en una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva. Reservamos el pollo.

2. Cortamos el puerro y las zanahorias en juliana. El jengibre lo picamos muy muy fino.

3. En la misma sartén donde doramos el pollo ponemos un poco más de aceite de oliva y salteamos las verduras junto con el jengibre durante 5 minutos aproximadamente a fuego medio.

4. Añadimos ahora el vino, el agua, la salsa de soja y la cucharada de azúcar. Dejamos reducir a fuego medio durante 15 minutos removiendo de vez en cuando para que el azúcar no se quede en el fondo de la sartén.

5. Incorporamos el pollo y cocinamos 5 minutos conjuntamente para que este último tome el sabor.

Recomendaciones. 

- Servimos con arroz thai o basmati. Lo ponemos a cocer mientras se cocinan las verduras.
- En la receta original lo hacen con jengibre molido y añaden también un par de ajos.
- Se puede usar vino blanco en lugar de vino de jerez.

ensalada de espinacas

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A la pequeña Lu del pasado,

¿Recuerdas que no te gustaban las espinacas Gautier?

Que aquella masa verde, sin ser Hulk, con bechamel gratinada era tu sopa de Mafalda. *
Que el potaje de vigilia con sus espinacas, sus garbanzos y bacalao, hacía que vivieses como verdadera penitente y mártir la Semana Santa. **
Que a fin de cuentas, como comías bien casi todo lo demás, te reafirmabas en que ese era tu talón de Aquiles y bien orgullosa que estabas. "A mí las espinacas no me gustan" decías. ***


Ingrata niña.

Tuvieron que venir ellas, lozanas, frescas y crudas, para que cayeras rendida. De ahí, a la eternidad, incluso a la cazuela hervidas. Hay amores que no se extinguen.


Te escribe tu fantasma de las posnavidades futuras, desde su blog, perpetrando una sencilla y buenérrima ensalada. Si Dickens levantara la cabeza... En fin.

* Uno se podía abrir la cabeza con un ladrillo de espinacas congeladas. Peligro.
** Pequeña licencia dramática de la autora. En el faro, en Semana Santa, comemos cocido. Ea.
*** A mi, ejem, dulce voz actual, sólo le tenéis que añadir un tono repelentillo.

Ingredientes.

· Un manojo de espinacas.
· Una granada.
· Queixo de arzúa.
· Un puñado de avellanas.

Para la vinagreta.

· Aceite de oliva virgen extra.
· Sal.
· Zumo de media naranja.
· Sirope de arce.

Preparación.


1. Lavamos y escurrimos muy bien las espinacas. Troceamos.

2. La granada está granada.
¿Quién la desgranará?
El desgranador que la desgrane, 
buen desgranador será.

3. Cascamos las avellanas y las picamos.

4. Cortamos el queso en cubitos de rubik.

5. Mezclamos todos los ingredientes en un bol. Salamos.

6. Preparamos la vinagreta con el zumo de media naranja, 4 o 5 cucharadas de aceite y una cucharada de sirope de arce.

7. Sazonamos la ensalada.

Recomendaciones.

- Cambiad lo que os de la gana. Así funciona esto. Miel por sirope de arce, nueces por avellanas, canónigos por espinacas y mandarina por granada. Da igual. Estará buena lo mismo.

piruletas de queso (cheese pikes)

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Soy una mala enferma.
No me gusta estar en casa, ni la leche con miel, ni las batas.
Mi cabeza se atolondra y me ralentizo cual tortuga.

Aunque las tortugas de los cuentos siempre tienen nombres bonitos. Casiopea, la Vetusta Morla, Esio Trot, la Falsa Tortuga o Burocracia —su lechuguita— siempre pueden ayudar a sobrellevar mejor esa posición horizontal desesperante recomendada.
Un buen caldo también lo hace.

Y jugar a los aperitivos entretiene. Entre las ondas expansivas de mis estornudos, por poco aséptico que suene esto, me ha dado tiempo a pinchar un queso en un palito, freírlo y fotografiarlo con la ayuda de mi biendispuesta roomie.
Corrían horas mejores allá por el mediodía, probablemente consecuencia directa del ácido acetilsalicílico. La noche se cierne sobre mi cabeza.
Pero no desesperemos, porque aquí me hallo, divagando sobre comida, y eso sólo quiere decir una cosa. Señoras y señores del jurado, habiendo apetito, todavía hay esperanza para mí.





Ingredientes.

· Queso de cabra.
· Huevo.
· Pan rallado.
· Aceite de oliva.

Preparación.

1. Cortamos el queso en rodajas de un centímetro de espesor. Introducimos una brocheta.

2. Rebozamos doblemente en huevo y pan rallado.

3. Freímos los medallones en un cazo con aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Es importante que no se dore muy rápido porque si no, el interior quedará frío.

Recomendaciones.

- Acompañar con una mermelada de cebolla o tomate, alternar con rodajas de calabacín rebozadas, tomates cherry, etc.
- También quedaría bien espolvorear en el rebozado algún tipo de hierbas o incorporar después un poco de miel.

- Cambiar el queso por algún un camembert o un brie.

tomates rellenos de puré de patatas

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Me falta tiempo o me sobran compromisos.
Pero no os quiero dejar sin comida para mañana, aunque hoy casi dejo a una pobre pefecera —bienaventurados aquellos que no entendáis este término— en vías de extinción, sin cenar. ¡Yo! Que sigo a rajatabla aquello de donde comen tres comen cuatro, que aspiro a convertirme en Monica y el espíritu que puebla mi cocina refleja un This Kitchen never closes as long as I am the cook.
Esto es el acabose.
Por eso dejo estos tomates rellenos, una receta de Marina. Son para el invierno, como compensación a aquella otra receta estival. ¿La recordabais? Sí decís que sí, doy premio ;-)


Ingredientes.

· 3 tomates grandes o 4 medianos.
· Una cebolla.
· 150 g de jamón serrano en tacos.
· 3 ó 4 champiñones.
· Un sobre de puré de patatas.
· Leche.
· Una cucharada de mantequilla.
· Aceite de oliva.
· Sal.
· Azucar.
· Pimienta.
· Nuez moscada.
· Albahaca.
· Queso mozzarella.

Preparación.

1. Lavamos los tomates, les quitamos la parte del tallo con un corte un poco más amplio para después meter una cucharita e ir vaciando los tomates. Reservamos la pulpa.

2. Ponemos los tomates vacíos en una fuente apta para el horno con un poco de sal, unas gotas de aceite de oliva y un pellizco de albahaca picada.

3. Horneamos a 180º durante 20 minutos aproximadamente.

4. Mientras, en una sartén, doramos la cebolla con aceite de oliva.

5. Posteriormente añadimos los tacos de jamón y los champiñones picados. Salteamos todo junto.

6. Incorporamos también la pulpa de los tomates. Espolvoreamos con un poco de azúcar y algo más de albahaca picada. Bajamos el fuego y cocinamos conjuntamente unos 10 minutos.

7. Preparamos el puré de patatas con las instrucciones del fabricante. Normalmente consisten en calentar agua y leche con sal, echar los copos, y remover hasta que no queden grumos. Recomiendo añadir una cucharada de mantequilla, pimienta y nuez moscada.

8. Mezclamos el relleno con el puré de patatas. Rectificamos de sal si fuera necesario.


9. Rellenamos los tomates con cuidado.

10. Cubrimos con mozzarella y gratinamos.

Recomendaciones.


- El puré de patatas, si es de verdad, mucho mejor.


Fotos de lectores.


¡Fenomenal todo!


tortilla de grelos y setas

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Érase una concatenación de temporales. Érase un de oca en oca de las borrascas.

Tuvimos a Dirk, muchachito rebelde. Nadja, norteñ@ y arreciante. La rancia Petra, de la vieja escuela, entró fría y arrogante. Luego Qumaira y su nombre tropical —del que yo me enteré más tarde, ¿como se me pudo pasar?— nos cubrieron de arena.

Se han convertido en mis nuevos amigos. Aquellos que han conseguido que nos salgan escamas. Que nos sobrevuelen los paraguas. Que nos convirtamos paulatinamente en seres acuáticos. Sirenas y sirenos. Sé de alguno que de sireno va a lucir muy bien.

Ahora esperamos a Ruth, llegaba hoy a las seis de la tarde. Se está haciendo de rogar, pero ya tenemos la mesa puesta. Es temporada de grelos, por algo, todos ellos entran por Galicia.

Recetón de Carlos de Mercado Calabajío. Razón aquí.


Ingredientes.

· 250 g de grelos.
· Una cebolla grande.
· Unas 8-10 setas (usé pleurotus ostreatus, las que hay en los supermercados)
· Un puñado de gambas congeladas.
· 4 huevos.
· Aceite de oliva.
· Sal.

Preparación.

1. Lavamos los grelos. Los cocemos en agua hirviendo con sal durante 5 minutos. Escurrimos bien y reservamos.

2. En una sartén con un chorro de aceite de oliva pochamos la cebolla cortada en gajos muy lentamente.

3. Paralelamente hacemos las setas a la plancha con unas gotas de aceite y sal. Retiramos y reservamos. Procedemos de igual forma con las gambas.

4. Cuando la cebolla ya está bien doradita añadimos las setas, las gambas y los grelos escurridos.

5. Batimos los huevos en un bol.

6. Incorporamos el resto de ingredientes a los huevos. Mezclamos bien.

7. Cuajamos la tortilla al gusto del consumidor.

Recomendaciones.


- Compro normalmente un gran manojo de grelos del que luego saco varios lotes para tener congelados.
- Es muy posible que con jamón en vez de gambas también esté muy buena.
- Para caramelizar la cebolla más rápido podéis echarle una pizca de bicarbonato sódico.

bundtcake de manzana y canela

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Cada vez que veo esta foto, pienso en un erizo. O en la cresta de un punky. O en la cicatriz de Harry Potter. Pero no en lo que realmente es, un bundtcake de manzana y canela. Que suena a repostería elegante de la Vieja Europa y a kilogramos de mantequilla. Ays. El pan con mantequilla y sal es amor, el pan con tomate y aceite también. Corazón loco que diría Machín. Y tú como sus maracas, diréis vosotros.

Volviendo al tema que nos ocupa —acá, ¿por qué hago bizcochos taaaaan bonitos?— actualmente en mi haber tengo un molde tipo bundt nuevo y un riñón menos. Las cuentas salen y las masas suben. Todo encaja.

Ahora un tanto por ciento no demasiado alto* de mis bizcochos tendrán forma de corona de espinas. De alerón de vehículo de fórmula uno. De casco de ciclista. De... ¡basta! Hay que rentabilizar la inversión y de paso, adaptar también el test de R
orschach a las secciones bizcocheras. Dan mucho juego. 

Ingredientes.

· 225 g de mantequilla.
· 5 huevos pequeños.
· 270 g de azúcar. En este caso mezclé azúcar blanquilla y panela a partes iguales.

· 3 ó 4 cucharadas de panela (para las manzanas).
· 2 manzanas grandes.
· 250 g de harina blanca.

· 150 g de harina integral.
· Una pizca de sal.
· 1 sobre de levadura química.
· Una cucharadita de canela.

· Una cucharadita de vainilla.

Preparación.

1. Pelamos las manzanas, las cortamos en pequeños trozos y las mezclamos con las cucharadas de panela. Reservamos.

2.  En un bol batimos la mantequilla, que tiene que estar blanda, con el azúcar hasta obtener una crema esponjosa.

3. Echamos los huevos de uno en uno. Vamos batiéndolos y no incorporamos el siguiente hasta que esté integrado el anterior. Añadimos una cucharadita de pasta de vainilla.

4. Mezclamos ahora los ingredientes secos: las harinas, levadura química, sal y canela.

5. Volcamos estos ingredientes secos en dos veces sobre la crema. Removemos bien  hasta que consigamos una masa homogénea y sin grumos.

6. Agregamos ahora los trocitos de manzana.

7. Engrasamos el molde de bundtcake. Vertemos la masa sobre él y damos unos golpecitos para que se asiente.

8. Horneamos en el horno precalentado a 175 ºC durante 55 o 60 minutos o hasta que introduzcamos una brocheta y salga limpia.

9. Retiramos el molde del horno, dejamos reposar 10 minutos y desmoldamos.

Recomendaciones.


- La mantequilla debe estar blanda, con mi temperatura ambiente es misión imposible así que la suelo calentar en el microondas. No sé cuanto de ortodoxo es esto.
- Admite muy bien unas nueces, la receta original las lleva.

Comentarios sobre los moldes denominados bundt.

Pros.

Los bizcochos quedan bastante espectaculares visualmente.
Se hornean por igual. No quedan los centros crudos.
Si el molde es bueno, desmoldan muy muy bien.

* Contras.
Son moldes con demasiados pliegues, lo cual incrementa la superficie de corteza del bizcocho, y a mí personalmente lo que más me gusta es lo de dentro.
Los moldes buenos son caros, por eso os voy a aburrir con bizcochos horneados aquí.

Más comentarios.
Con masas densas, las aristas quedan perfectamente definidas, pero se obtienen bizcochos más compactos.
Con masas más ligeras se obtienen mejores resultados de textura, pero el bundtcake puede perder algo de forma.

atún asado con aliño de tomates y avellanas

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Esta receta pretende ser un espejismo de verano en pleno invierno. Por esta vez permitidme esta licencia de sacar de temporada los ingredientes. Hoy no es estacional, aunque algún día lo será, y por ello le pienso encasquetar la etiqueta estival en el mes de febrero. Formalismos a mí. 

Precisamente por sacarla de contexto no alcanza el cien por cien de su potencial. Hemos de tirar de atún congelado, que como diría Lidia —Lidia, ¿me lees? ¿estás ahí?  — para un apañito bien vale. Aunque creo recordar que en esa ocasión Lidia no se refería a un pececillo. 

Pero es que, por un instante, añoré tumbarme en la arena templada y a bañarme en el mar sin segunda piel. Que las tardes sean largas y la ropa pese poco. Además un buen plato de bonito con tomate es cabeza de serie de mi lista de platos preferidos. Auque sea una lista que tienda a infinito. Así pues, entenderéis que una variación, y viniendo de la familia Tartufo, no puede estar mala nunca.

Ingredientes.

· Dos rodajas de atún.
· Un tomate grande.
· Un puñado de avellanas.
· Albahaca.
· Orégano.
· Perejil.
· Sal.
· Aceite de oliva virgen extra.
· Vinagre de jerez.
· 2 dientes de ajo.
· Una guindilla cayena.

Preparación.

1. Precalentamos el horno a 180 ºC. Ponemos las rodajas de atún en un molde apto para horno forrado con papel de aluminio. Rociamos con un chorro de aceite y salamos. Horneamos durante 10 minutos.

2. Cascamos las avellanas y las tostamos en el horno (podemos hacer el pescado y las avellanas a la vez). Cuando estén tostadas, procedemos a quitarles la piel interior con cuidado de no quemarnos. Las picamos a cuchillo.

3. Troceamos el tomate en cubos. Lo mezclamos con la albahaca y el perejil frescos y el orégano. Añadimos también un ajo picado muy muy fino y las avellanas. Aliñamos todo con aceite de oliva y una pizca de sal.

4. Hervimos el vinagre en un cazo durante un par de minutos.

5. En una sartén doramos el otro diente de ajo laminado con la cayena. Añadimos el vinagre hervido y los jugos del atún. Dejamos que reducir todo unos minutos.

6. Regamos las rodajas de atún con la reducción anterior y servimos con la mezcla de tomate y avellanas aliñada.

Recomendaciones.


- Usar ventresca de bonito y hacerla en verano. No hay color.

sopa de picadillo (de arroz)

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Nada reconforta más el cuerpo y el espíritu que una sopa de picadillo de arroz con picatostes.
De segundo, unas croquetas.
De postre, un beso de mi abuela y un caramelo a escondidas de mi abuelo.


Ingredientes.

Para el caldo.
· Un hueso de jamón.
· 2 carcasas de pollo.
· La parte verde de un puerro.
· Un par de zanahorias.
· Una rama de apio.
· Perejil fresco.
· Agua.
· Unos 3-3,5L de agua. Hice el caldo en una olla capaz de 4L.

Para la sopa.

· 2L de caldo.
· Restos de jamón y pollo.
· 2 puñados de arroz.
· Un par de huevos duros.
· Pan.
· Aceite de oliva.

Preparación.

El caldo.
1. Lavamos y pelamos bien todos los ingredientes.
2. Asamos los huesos durante 15 o 20 minutos a 180 ºC.
3. Introducimos los ingredientes bien lavados en la olla. Cubrimos con agua fría y ponemos a hervir.
4. Vamos desespumando el caldo.
5. Cocemos a fuego suave durante dos o tres horas.
6. Colamos el caldo con un colador, gasa, estameña. Dejamos enfriar.
7. Cuando esté completamente frío, desengrasamos.

La sopa.
1. Ponemos el caldo a hervir.
2. Echamos dos puñados de arroz.
3. Picamos los restos de jamón y pollo. Los añadimos a la olla.
4. Procedemos de igual forma con los huevos duros.
5. En una sartén freímos unos trocitos de pan.
6. Cuando el arroz esté tierno (unos 18 o 20 minutos) probamos y rectificamos de sal.
7. Servimos la sopa acompañada de los picatostes.

Recomendaciones. 


- Se pueden añadir otros ingredientes: nabos, chirivías, etc.
- Podéis leeros este post de Velocidad Cuchara. Me ha parecido muy completo.

cuscús de coliflor con pesto

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Llevo todo el día citando en estilo Chicago. Eso no puede ser sano. La demencial persona que lo diseñó y la que decidió que las alarmas digitales anunciaran las horas y minutos que te quedan de vida¹ útil² merecen que su casa huela a coliflor cocida perpetua.

García Cernuda, Lucía³. "Cuscus de coliflor con pesto", Cortapicos y sacalenguas, nº 86 (invierno 2014) disponible en www.cortapicosysacalenguas.com (consultado por última vez el 26 de febrero de 2014).


Esto es una cita. No aquella donde regaláis rosas.
Y esta bitácora, una venerable casa de citas, con permiso de su autora. A partir de hoy, seriedad, todas las recetas han de seguir el más estricto protocolo científico.
Certificado de calidad.
Normas ISO.
Prevención de Riesgos Laborales. No se chupan los cuchillos.


El cuscús de coliflor es I+D+i y parece una nube de algodón. La ciencia me enternece.

Que alguien me saque de casa o me quite el wifi.


__________

¹ Te quedan 6 horas y 43 minutos.
² Mi despertador personal añade descuenta los 93 minutos que lleva contar enésimas ovejas.
³ Acá yo misma. No me juzguéis por haber aprendido a escribir superíndices en código ASCII a las doce y diez ante merídiem.

Ingredientes.

· Una coliflor pequeña.
· Un vaso de leche.
· Un puñado de hojas de albahaca.
· 50 g de piñones.
· 60 g de queso manchego rallado.
· 150 mL de aceite de oliva.
· Un puñado de hojas de albahaca fresca.
· Sal.

Preparación.

1. Lavamos bien la coliflor. Ahora tenemos que picarla muy muy fina, como si fuera cuscús. Podéis ayudaros con un robot de cocina. Usamos solo los "ramilletes". Los tallos los reservamos para una crema.

2. Cocemos el cuscús coliflor durante un minuto en agua hirviendo con un vaso de leche y  sal. Retiramos y escurrimos muy bien. Podéis utilizar un papel absorbente para quitar el exceso de humedad.

3. Preparamos el pesto triturando los piñones, el queso rallado, la albahaca fresca, el aceite y una pizca de sal.

4. Salseamos la coliflor con el pesto.

Recomendaciones.


- El pesto tradicional se hace con queso parmesano y en un mortero, pero la batidora facilita la vida. Las cantidades que he puesto, son orientativas, yo lo hago a ojo.
- Si no tenéis ganas de hacer el cuscús, asáis los ramilletes de coliflor en el horno científico (microondas) durante 10 minutos envueltos en papel film.


paseo comidista por Noruega

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Cuando viajo, normalmente como poco. Hay tanto que ver y pasear que se me olvida que tengo hambre. Y eso es raro en mí, pero sucede. Creo que no he comido menos en mi vida que una semana que pasé en Edimburgo, aunque esa es otra historia.

No penséis que no me gusta probar los platos típicos, eso me entusiasma. Sobre todo algunas cosillas dulces y/o quesos que normalmente conozco de antemano e intento adquirir en sitios que no parezcan aquellos donde los turistas comen "paella" en España. Aunque, evidentemente, no siempre se consigue.

Tengo dos excepciones. Una es Portugal. En Portugal siempre se come bien. La otra, la experiencia que os pienso relatar a continuación. Chantatachaaaaaaaaaan.
¡Noruega!

Esto es un pequeño viaje por la gastronomía de ese país escandinavo acompañada de Laura y a través de Marina, Karsten, Cristina e Ingrid. Que con la boca llena y el corazón henchido puedo decir que son mi familia.

Pero los comienzos son duros, sabedlo. Primero estuvimos en el norte, en Tromsø. Allí sobrevivimos a base de sanwichs made in Spain por mamá previsora, patatas Rifla de pimienta y sal —para Laura, las mejores patatas del mundo— y una sopita casera que nos marcamos bastante resultona para la ocasión y los medios.


Comiendo porquerías.

¡zo pi ta!
A estas alturas del post debéis estar pensando si estoy de vacile, si he escrito una entrada nórdica para unas patatuelas y una sopa juliana. Nooooooo. Lo bueno viene ahora. No desesperarse, ¡cáspita!

Voy a estructurarlo en desayunos, comidas principales y cajón desastre.


Desayunos.

Yo, que me cuido bien, jojo, no observé tanta diferencia con los míos habituales. Leche, pan con cosas, fruta, yogur. Lo que sí varía es que se saca todo el potencial desayunístico a la mesa. Así que cada rebanada de pan te la tomas con algo diferente. Y eso mola.

A saber:

- La estrella de las estrellas. El verdadero queso de cabra noruego, ekte geitost. Dulce, tostado y de color marrón. Ideal para combinar con compota de manzana casera o mermelada de frambuesas.

Fuente www.melk.no

- Kulturmelk, leche fermentada. La versión moderna de producto tradicional, surmjølk. Tiene un un punto ácido y es espesa. Es una mezcla entre yogur, kefir o buttermilk. Importable.
- Mantequilla, smør, y mantequilla de cacahuete (aunque esto no es exactamente noruego, ejem).
- Embutidos diversos.

Y el fin de semana añadimos también:
- Arenques marinados, sursild. Están marinados en vinagre, azúcar y arándanos rojos, tyttebær. Muy sorprendentes y muy buenos.
- Huevos, bacon y baked beans en una intento de cumbre diplomática británico-noruega.

Como dice siempre Mary, es una pena que aquí no tengamos la variedad de lácteos que existe por el mundo adelante. Esta es la web de Tine, la empresa láctea que copaba toda la publicidad urbana y de la que eran la mayor parte de los productos que he probado. 

Comidas principales.

Es la cuarta comida del día. Se toma después de un desayuno, un almuerzo, una media mañana y antes de una cena ligera. Es decir, sobre las 6 de la tarde. Al final acabamos "españolizando" a nuestros anfitriones y cenando a las 8 pm. Os debemos una disculpa.


Día 0. Bienvenida a las exploradoras de las luces del norte.

Después de dos días de intensas caminatas, llegamos a (mi otra) casa de Marina. Nos recibió con un filete empanado con patatas. Eso está universalmente bueno, reconforta a un muerto y te hace sentir en un hogar. Punto pelotas.

Postre.

Ingrid tenía que hacer de deberes de colegio unas torrijas noruegas, arme riddere, que literalmente quiere decir caballeros pobres. También allá son un plato de aprovechamiento. Consiste en rebanadas de pan mojadas en leche con azúcar aromatizada con cardamomo, kardemomme y canela, kanel—el dúo dinámico de ese país—. Luego se doran en una sartén con mantequilla. Ays, que mantequilla. Perfectas. Además del plus añadido de que en la escuela se enseñe a cocinar.

Las torrijas de Ingrid.

Día 1. El día que casi me convierto en sami comiendo reno y bayas.

Guiso de reno,reinskavgryte. Carne de reno guisada en cazuela de hierro con champiñones, queso de cabra y enebrina oeinebær. Comimos el guiso acompañado de rognebærgele, gelatina de serba, pero se suele tomar con tyttebær syltetøy, mermelada de arándanos rojos. También había patatas y brécol hervidos.

Postre.

Helado de vainilla con grosellas rojas, rips; grosellas negras, solbær y cerezas agrias,kirsebær. Las cerezas de todas maneras, ya no eran agrias, si no dulces, pues estaban conservadas en almíbar. Como veis un auténtico festival de las bayas. Que feliz fui. Además todo era del jardín de su casa. Los congelan durante la cosecha y duran eternamente, a no ser que lleguen tragaldabas como yo.

Si yo fuera postre, sería este.

Día 2. Época de skrei o la ruta del bacalao. 

Skrei es la palabra noruega que nos dice que el bacalao ha viajado desde el océano Ártico a la costa noruega para desovar. Es en ese momento cuando se captura. Son ejemplares muy cotizados por sus excelentes cualidades.
Yo, menos que esto, no admito.

Bacalao fresco, fersk torsk. Nos lo comimos hervido acompañado de patatas, zanahorias, huevo cocido con mantequilla y pepinos marinados en vinagre y azúcar.


Soy un bacalao fresco.

Huevas de bacalao, torskerogn. Como veis en la foto, eran de un tamaño descomunal.

Sus majestades, las huevas.

Salmón. Preparado en la plancha con una base dulce de receta de abuela. Era un apertivo de lo que vendría al día siguiente, pero no voy a precipitarme.

Primer contacto con EL salmón.

Añadir que el bacalao se toma en Noruega, siempre, con vino tinto.
 
En familia.

Postre.
Tarta bizcocho recubierta de chocolate acompañada de helado y una infusión de menta poleo. Suspiro al recordarlo.


Tarta de chocolate sobre platos flores y frutas. De repente, mis dos abuelas, juntas.

Día 3. La vida es de color naranja salmón y granate ruibarbo.

Salmón, laks. Una tajada impresionante de salmón al horno con hierbas frescas y pimienta de limón, sitronpepper. Acompañado de guisantes, tomate aliñado, patatas y zanahorias y ¡gambas! del fiordo.

Lloro con la tajada de salmón.
Esa noche bebimos cerveza artesana del sur del país.

Postre.
Compota de ruibarbo,r
abarbragrøt. Como el ruibarbo es ácido se toma la compota (en caliente) acompañada de algún lácteo. Bien sea una bola de nata montada o un chorro de leche. Es fundamental no coger ruibarbo alegremente por el campo noruego, hay plantas silvestres similares y venenosas.

Compota de ruibarbo y lácteos de acompañamiento.

Casi más nata que ruibarbo, esto no sé si es así legalmente.

Estas comidas principales las tomamos siempre con pan. Como no podía ser de otra forma, con pan plano noruego, flatbrød. Un pan fino y crujiente.

Ningún abuelo noruego que se precie no come este pan.
Cajón desastre.

Caminando por la calle probamos varias cosas típicas.

Unos bollos de cardamomo y canela, por variar. Aquí
podéis encontrar una versión sueca, pero tened en cuenta que suecos y noruegos se llevan mal. Como buenos vecinos.

Lefser, o una especie tortita gruesa que nos tomamos en el Norsk folkemuseum, de ahí el atuendo de la chica. Estiró la masa y la cocinó sin ninguna grasa en una placa metálica sobre el fuego.Tradicionalmente se tomaba con canela, azúar o mantequilla. Nosotras la probamos sólo con mantequilla.


Chica muy mona nos prepara ricas tortitas en el museo del folklore.

Lompe, u otra especie de tortita fina con base de patata que acompañaba a una salchicha que no quiero recordar.
 
Suksessterte
o tarta exitosa. Un escándalo de tarta formada por un bizcocho de almendras y una crema de mantequilla. Le he robado a Karsten de su cuaderno secreto la receta. No hay derecho.


La receta, próximamente en sus pantallas.

Si habéis llegado hasta aquí sois unos colgados o me queréis mucho. Cualquiera de las dos opciones es acertada. Espero que os haya interesado tanto como a mí escribirla. El post es largo, pero completamente proporcional a cómo me he puesto y a lo bien que me han tratado. Para la traducción también he contado con su ayuda y la mayoría de las fotos son de Laura.

Solo me queda decir muchas, muchas gracias :-)

ensalada de lombarda

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Esta es una ensalada con el queso cortado en rombos y la lombarda es la verdura más bonita que conozco.

Hilo de pensamientos.


¿Es culpa mía que María corte el queso en rombos?

Tres de rombos. Cartas. En casa de mis abuelos los rombos de la baraja siempre han sido "carrós". Pintan carrós.
He investigado en wikipedia cual era el origen de tan peculiar denominación. En un acertado hilo de deducciones —estoy en racha, ayer gané al Cluedo— he empezado mi búsqueda cruzando las palabras baraja y francesa. Los carreaux vienen de Francia. Como los bebés y el camembert.

Esta lombarda, sin embargo, viene de Cerdido (criterio de proximidad ;). Allí también se juega a las cartas. Aunque en vez de pintar picas, triunfan espadas. 

Me gusta saber palabrejas asociadas a los juegos de cartas.

Pero lo que a vosotros os interesa no son mis cuitas barajiles. Si no el probar las coles en crudo. Sobre todo aquellos a los que no os triunfen hervidas.
 

Esta ensalada es una iniciación perfecta. Palabrita.

Ingredientes. (3 personas)

· Una lombarda pequeña.
· Una pechuga de pollo asada.
· Una cuña de queso.
· Unas nueces.
· Una manzana reineta.
· Maíz. 

Para la salsa de yogur.

· Un yogur natural.
· Dos cucharadas de mayonesa.
· Una cucharadita de mostaza.
· Sal.
· Pimienta.
· Unas gotas de zumo de limón.

Preparación.


1. Cortamos la lombarda en juliana.

2. Cortamos el queso, la manzana y la pechuga de pollo en dados.

3. Pelamos unas nueces.

4. Mezclamos la lombarda con el queso, la manzana, el pollo, las nueces y el maíz.

5. Mezclamos los ingredientes de la salsa en un bol.

6. Aliñamos la ensalada con la salsa de yogur.

Recomendaciones. 


- La receta de la salsa de yogur está sacada del blog de Anita Cocinitas.
- Se puede hacer también con salsa rosa. Aquí podéis refrescar cómo.

- Para asar la pechuga de pollo procedemos de la siguiente manera: marinamos adobamos el pollo con finas hierbas, pimienta y un poco de mostaza durante un par de horas. Introducimos en el horno durante 20 o 25 minutos a 180 ºC. Dejamos enfriar.

bica mantecada

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Con una abuela medio inglesa y otra de Fuencaliente, un abuelo de Estella y otro de Luarca y habiendo vivido en la república independiente Candieira —ajena a cualquier contacto con la civilización— puede deducirse que no he crecido entre las recetas tradicionales dulces de esta esquinita de la península.

Pero se van descubriendo poco a poco. Los comienzos son duros véase las eses cedeiresas —¿por qué este dulce? ¿por qué?—, el queique de Durán, las mantecadas o las bizcochadas. De la bolla de manzana (bola de mazá) es fácil enamorarse rápido, pero la bolla de azúcar te acaba conquistando tenaz con el paso de los años.


Los freixós y las orejas caen fácil de la mano de las madres dispuestas que pululan por ahí. Sólo hay que ser la amiga encantadora de sus hij@s, y a esto, amigüitos, no hay quien me gane ;)
Si eres hábil y amplías tu círculo de víctimas al resto de comarcas probarás galletas de nata, tarta larpeira, rosca de yema, etc.

Y si no, siempre se puede recurrir a la gran tarta de Santiago. Que cuando está buena, está muy buena. Con esta gran frase, o ejercicio de aseveración por mi parte, quiero señalar que no todas las tartas del apóstol que existen por ahí, ejem, merecen mi beneplácito. Porque una es un poco petarda.


¿A qué viene esta perorata dulcística gallega?

A que me gusta mucho aprender y conseguir que estos dulces me salgan bien. Tienen un plus de satisfacción. Algo tendrá que ver con el territorio, el lugar, la memoria... o con donde nacen o pacen las vacas, vaya.


Como dato completamente insustancial y rompiendo la magia del momento "místico" creado en el párrafo anterior, nada mejor que merendar bica con chocolate un domingo después de haber salido, pero en el que te has levantado para trabajar igualmente. Viendo a Aragorn en la Posada del Pony Pisador. Eso resucita a un muerto. Ea.

La receta es de Unodedos, uno de los mejores blogs de recetas gallegas. También me he informado en Recetas de Rechupete o Gastronomía en verso, todos gallegos ilustres con sendas recetas de bica.

Por cierto, etiqueta kilómetro cero. Excepto el azúcar y canela, azúcar y canela (piii piiii piiiiii pimienta y clavo, pimienta y clavo), el resto todo de bien cerca.


Ingredientes.

Para el fermento.
· 250 g de harina de fuerza.
· 180 mL de agua.
· 2 g de levadura.
· Una pizca de sal.

Para la masa.
· 250 g de manteca de vaca.
· 400 g de azúcar.
· 8 huevos.
· 250 g del prefermento previo.
· 250 g de harina.
· Ralladura de limón.
· 50 g de azúcar y una pizca de canela para espolvorear.

Preparación.

El fermento.

1. Disolvemos la levadura en una parte de agua. Mezclamos en un bol todos los ingredientes ayudándonos de una rasqueta y posteriormente las manos. Obtenemos una bola.

2. Dejamos reposar al menos una hora.

La masa.

1. Derretimos la manteca un poquito. En mi caso, utilizo el microondas, pero si vuestra temperatura ambiente es cálida igual no es necesario.

2. Con unas varillas batimos la manteca con el azúcar hasta obtener una crema.

3. Añadimos el prefermento o masa pegañenta en trocitos. Ahora toca batir mucho y bien hasta que no haya ningún tipo de grumo.

4. Incorporamos los huevos de uno en uno. No echamos el siguiente hasta que esté completamente integrado el anterior.

5. Agregamos la ralladura de los limón y la harina tamizada hasta que quede todo homogeneizado.

6. Vertemos sobre el molde forrado con papel sulfurizado. La masa tiene que formar pliegues al caer.

7. Espolvoreamos con el azúcar mezclado con canela para conseguir la costra característica.

8. Horneamos durante 50 o 60 minutos (horno precalentado a 180ºC), hasta que introduzcamos una brocheta y salga limpia.

Recomendaciones.

- La bica normalmente se hornea en un molde rectangular.
- El fermento previo debería ser una bola manejable. Yo suelo conseguir una masa informe y pegajosa, pero sale bien igual, así que no os preocupéis. Prometido, llevo ya unas cuantas.
- En mi horno son necesarios al menos 60 minutos e incluso 70.
- Está mucho mejor de un día para otro.
- La manteca y la mantequilla tradicionales son lo mismo. De batir durante un tiempo la nata cruda de la leche de vaca se obtiene una parte sólida (manteca o mantequilla) y un suero.
- En Galicia se usa mucho la manteca cocida, que consiste en cocer la manteca cruda a fuego muy suave durante un tiempo y luego filtrarla para quitarle las impurezas.
- Para la bica se puede utilizar la manteca cruda o la cocida, hay versiones y gustos para todo. Eso sí, usad una de buena calidad.

merluza, abierta en canal, al horno con verduras

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Hay combinaciones que no pueden salir mal.

Como bañarse en el mar en abril o los boquerones en vinagre con patatas fritas.

Esta merluza es otra de ellas.
Después de varios intentos comidistas que no llegaron a buen puerto —como una espaporretada leche frita—, había que no arriesgar.


Epic win, queridos :-)
 

Ingredientes. (3 personas)

· Una merluza pequeña abierta a lo largo.
· 2 cebollas grandes.
· Medio pimiento rojo.
· Medio pimiento verde
· Una zanahoria.
· Un puerro.
· 3 ó 4 champiñones.
· Aceite de oliva.
· Sal.
· Media cucharadita de curry.
· Salsa de soja.

Preparación.

1. Lavamos bien los pimientos, los champiñones y el puerro. Pelamos las zanahorias y las cebollas. Cortamos todo en tiras.

2. Sofreímos todas las verduras muy lentamente con un chorro de aceite de oliva. Primero  pochamos las cebollas con el pimiento. Cuando estén listas, las retiramos y escurrimos el aceite. Doramos ahora a fuego algo más vivo el puerro, la zanahoria y los champiñones. Finalmente juntamos todo de nuevo y añadimos media cucharadita de curry.

3. Precalentamos el horno a 180 ºC.

4. Disponemos la merluza en una fuente apta para el horno y salpimentamos. Colocamos la fritada de verduras por encima y echamos un par de cucharadas de soja por encima.

5. Horneamos durante 25 o 30 minutos.

Recomendaciones.


- Servir acompañada de arroz basmati o unas patatas fritas panadera.

alcachofas de Sanlúcar

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En parte, se trata de comer bien. Sin entrar en las metafísicas con las que alimentáis el espíritu, ¿eh? que yo me preocupo SOLO de vuestra parte mundana.

No implica cantidades ingentes de tiempo.
Ni gastos desmedidos.
Ni platos elaborados.
Ni maña, ni fuerza —a no ser que seas una pichiruchi y te puedan los botes de conserva—.
Ni siquiera, cacharrada.

Solo un poco de buena voluntad.

Un par de cuchillos, una sartén.
Y un blog de donde sacar recetas, ¡indirecta!

Y si no, os intentáis buscar unos tíos como los míos —aviso, el listón está bieeeeeeeen arriba— que os las envíen escaneadas o mejor aún, que os inviten a comer. Hay casas donde siempre se come bien. La de Marga y Luis es una de las mejores. Ellos también.


En un intento de reconvertir la manzanilla en albariño, Doñana en las Fragas, el Guadalquivir en el Umia, el Rocío en San Andrés (me descojono yo sola) os dejo esta receta suya que tenéis que probar.

Ingredientes.

· 4-6 alcachofas.
· Una cebolla.
· Un ajo.
· 2 manzanas.
· Unos granos de pimienta.
· Una cucharadita de mostaza.
· Un vaso de manzanilla (o vino blanco).
· Aceite de oliva.
· Sal.
· Perejil.

Preparación.

1. Limpiamos las alcachofas quitando las hojas de fuera hasta quedarnos con las que ya se vean amarillas. Pelamos el tallo. Cortamos la punta más dura de arriba de las flores y troceamos en cuartos las alcachofas. A medida que las vamos limpiando las depositamos en un bol con agua fría y zumo de limón o perejil abundante fresco para que no se oxiden. Las cocemos en agua hirviendo durante 15-20 minutos.

2. Pelamos y picamos el ajo y la cebolla. Sofreímos en una sartén a fuego medio hasta que comiencen a dorarse.

3. Añadimos la manzana pelada y bien picada con la mostaza y los granos de pimienta. Rehogamos todo junto unos 5 minutos.

5. Sofocamos con el vaso de vino y dejamos cocer a fuego suave durante 8-10 minutos.

6. Trituramos la salsa con la batidora o pasándola por un chino.

7. Disponemos las alcachofas bien escurridas en una cazuela y regamos con la salsa. Permitimos que de un hervor y degustamos.

Recomendaciones.

- La salsa está buena con todo. Nos sirve para acompañar desde estas alcachofas a unos tallarines o un lomo asado de cerdo.
- Si trituráis la salsa con la batidora, tened la precaución de retirar algunos de los granos de pimienta o ... no.
- Acompañadas de arroz blanco conforman un plato bien rico.

crema de zanahoria con curry

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Menos recetas, más espaciadas, pero sobre una alfombra de colores.

Porque este blog siempre se ha caracterizado por una elegancia innata y un menaje (à trois) variado. A saber.


- El plato verde listo descascarillado que pone nerviosa a mi tía Carolina. Acá, el feo.


- El plato verde hondo. Es el malo. Échele usted
doscientos cincuenta y cuatro cucharones de sopa o solamente uno, que en ambos casos parecerá escasa la cantidad. Cuanta falsedad en tan poca porcelana. Te crecerás ante él, te lo comerás todo y acabarás rodando ladera abajo. Es como el bolso de Mary Poppins. Sin fondo.
* Añadir que yo siempre quise un paraguas con cabeza de loro para volar por esta ciudad. Sería fácil y me ahorraría Alfonso Molina, que no es tema baladí.


- Y el plato azul. El bueno. Clint. Es el equivalente al traje de los domingos o a la lencería de seda. El que se saca para el postre. Sin que se rompa, camarada, que solo nos queda uno. Realmente esto es una advertencia para conmigo, pues soy aquella que esta semana ha dado de baja ya un cuenquito de cristal y dos vasos. Y todavía es miércoles.

Para subsanar esta crisis del cristal, sin tener que recurrir Walter White con las consecuencias que ello acarrearía sobre mi querido padre —le cae gordo el susodicho, no porque tema que yo tome sustancias psicotrópicas diversas— os dejo esta crema de zanahoria y curry como ingredientes estrella.

Ri-ca.


Ingredientes (3 personas).

· 4 zanahorias.
· 1/2 calabaza.
· 1 puerro.
· 1 pera.
· Una cucharadita de curry.
· Aceite de oliva.
· Sal.
· Agua.

Preparación.

1. Lavamos bien el puerro y después lo troceamos. Ponemos unas 3 cucharadas de aceite en la olla a presión, añadimos el puerro y comenzamos a sofreírlo.

2. Pelamos, lavamos y picamos (en trozos grandes) el resto de ingredientes (zanahoria, calabacín y pera). Añadimos a la olla. Sofreímos todo junto a fuego medio durante unos 4-5 minutos. Incorporamos la cucharadita de curry.

3. Cubrimos de agua, añadimos sal y cerramos la olla. En mi caso estuvo al 2, desde que comenzó a "pitar", durante 6-7 minutos.

4. Abrimos la olla cuando el vapor haya salido. Retiramos la mayor parte del caldo y procedemos a batir. Para conseguir la textura deseada vamos añadiendo el caldo retirado poco a poco hasta que quede a nuestro gusto. Rectificamos de sal.
Recomendaciones.
- Sustituir parte del caldo por nata o leche.

stout bundtcake

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Bien sabe dios que ahora me comía un trozo de buena gana. Frío, como ha de comerse, ejem, no se puede llevar recién salido del horno, que no es de gente de bien.

Vaya día de temibles galenos, de autofotos radiactivas y de santa paciencia de todos los que me rodean.


A veces es más fácil dar las gracias con una sonrisa y unas miajas de bizcocho de chocolate.

Pues eso :-)

Pd. El blog mejora, ¿lo notáis
Pd2. Receta de El rincón de Bea, un buen blog de repostería vistosa.
Pd3. Es imposible no ponerla si haces una receta con Guinness. Macarrónicos 100% irish. Snif. ¡Llevadme a Donegal!

Ingredientes.

· 235 g de cerveza negra (usé Guinness).
· 250 g de mantequilla.
· 50 g de cacao en polvo.
· 280 g de harina.
· 300 g de azúcar.
· 3 huevos medianos.
· 1 y 1/2 cucharaditas de bicarbonato sódico.
· 3/4 de cucharadita de sal.
· 180 g de nata.
· Una cucharadita de pasta de vainilla.

Preparación.

1. Llevamos a ebullición en un cazo la cerveza negra con la mantequilla. Cuando la mezcla rompa a hervir, la retiramos del fuego y añadimos el cacao en polvo. Removemos bien para que no queden grumos y dejamos enfriar.

2. Tamizamos la harina con la sal y el bicarbonato.

3. Batimos los huevos con el azúcar y la nata en un bol amplio hasta que estén bien integrados. Añadimos la pasta de vainilla.

4. Incorporamos ahora la mezcla de la cerveza con cacao (ya estará tibia) a los huevos con el azúcar y la nata.

5. Echamos la harina tamizada en dos veces. Batimos suavemente y lo menos posible. Acabamos removiendo a mano con una espátula hasta que no queden restos de harina.

6. Introducimos en el horno precalentado a 175 ºC durante 35 o 40 minutos. Cuando la brocheta salga limpia, retiramos del horno, esperamos 10 o 15 minutos y desmoldamos con cuidado.

Recomendaciones y notas.

- La mezcla de mantequilla con cerveza tarda un poco en enfriarse, tenedlo en cuenta para organizaros los tiempos.
- En la receta original se utiliza sour cream en vez de nata líquida y 2 huevos XL en vez de 3 medianos.
- Es una masa algo más delicada que las típicas masas densas de bundtcake, pero finalmente sale bien, no hay que asustarse.
- Sorprendentemente, en mi horno, estuvo listo en 40 minutos. Lo puse en el piso más alto, creo que fue un acierto, pues apenas se hizo corteza dura. Al sacarlo del horno, perdió un poco de altura.

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